https://www.lifegate.it/satnam-singh-braccianti
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- Satnam Singh tenía 31 años y trabajaba como obrero por 3 euros la hora:Murió por falta de primeros auxilios tras un accidente cerca de Latina.
- El joven indio podría haberse salvado, pero su patrón lo abandonó en plena calle para evitar problemas.
- Desde el Agro-Pontino hasta el campo de toda Italia, el sector agrícola clandestino que explota a los esclavos extranjeros es una plaga que no ha sido erradicada.
Primero explotados, luego abandonados en la calle:Así murió Satnam Singh, el trabajador de origen indio de 31 años que resultó herido en un grave accidente de trabajo en una granja de Borgo Santa María, en el campo de la provincia de Latina, al sur de Roma, para la que trabajaba ilegalmente, sin contrato regular.
Detrás de Satnam Singh un ejército de esclavos
El pasado lunes, Satnam Singh sufrió un accidente laboral al ser aplastado por una máquina envolvedora de plástico, perdiendo completamente un brazo.Aunque su estado pareció inmediatamente muy grave, en lugar de llevarlo al hospital, lo trasladaron en una furgoneta de la empresa y lo abandonaron en la calle sin ayuda:un aspecto atroz de ser un trabajador ilegal, que empujó a su empleador a deshacerse de él por temor a incurrir en repercusiones legales.Repercusiones legales que, sin embargo, serán absolutamente: el dueño de la finca, Antonello Lovato, ahora está bajo investigación por homicidio y homicidio culposo, así como por violación de las normas laborales.Satnam Singh, que posteriormente fue hospitalizado y sometido a una cirugía de urgencia en el hospital San Camillo de Roma, finalmente no sobrevivió, pero según médicos e investigadores podría haberse salvado si lo hubieran ayudado más rápidamente.Para agregar otro tono escalofriante a la historia, está el comentario enviado a Rai da. Renzo Lovato, el padre de Antonello, que calificó el hecho como "una alegría que a todos les costó caro".
Según datos deObservatorio de seguridad y medio ambiente en el trabajo de Vega Engineering en Mestre, 2024 ya corre el riesgo de ser el año negro de las muertes en el trabajo, como lo han sido 268 sólo en los primeros cuatro meses del año, más de dos al día, sobre todo en las obras (pero ¿cómo olvidar, por ejemplo, la catástrofe de la central hidroeléctrica de Bargi el 9 de abril, en la que una explosión y un incendio afectaron a la central situada en la lago suviana causando 7 muertos y 5 heridos):Las situaciones de inseguridad, falta de controles y trabajo irregular son casi siempre la raíz de estas tragedias.
Del Agro-Pontino a Foggia, invisibles y sin derechos
Pero en los últimos años, diferentes investigaciones periodísticas y judiciales han sacado a la luz las dramáticas condiciones de explotación de trabajadores inmigrantes en Italia:trabajadores, prácticamente esclavos, víctimas de un sistema que los ve empleados en condiciones inhumanas, con salarios miserables y sin protección alguna.Entre las zonas más afectadas destaca Agro-Pontino, donde los indios de etnia sij son muy numerosos y donde no es raro que se produzcan casos de manipulación de bandas dentro de una misma comunidad.Aquí, numerosas investigaciones han documentado situaciones de grave explotación laboral.Muchos trabajadores se ven obligados a trabajar. hasta 12 horas al día, sin descansos (incluso con la ayuda de medicamentos capaces de aumentar la resistencia a la fatiga, que el empresario debe tomar) y con salarios que a menudo no superan los 3 euros la hora:El propio Singh aparentemente ganaba 4 por hora.Una investigación realizada por periódico “La Repubblica” reveló cómo los trabajadores son a menudo víctimas de gangmastering, un sistema en el que intermediarios ilegales reclutan mano de obra barata y retienen una parte sustancial de sus salarios.
En este contexto, los trabajadores viven en condiciones de vivienda precarias, en chozas o edificios en ruinas, sin acceso a servicios sanitarios básicos.Una situación similar se puede encontrar en otras regiones de Italia, como Llanura de Gioia Tauro en Calabria y el provincia de Foggia en Apulia.En estas zonas, la manipulación de bandas es una práctica generalizada y los trabajadores migrantes a menudo se ven obligados a vivir en asentamientos informales, sin ningún tipo de protección social.
En 2016, elSe promulgó la Ley 199 para combatir la mafia y explotación laboral, estableciendo sanciones severas para quienes utilicen mano de obra ilegalmente.Sin embargo, a pesar de los avances legislativos, las investigaciones y las operaciones policiales demuestran que el fenómeno sigue siendo generalizado y que miles de trabajadores siguen siendo explotados cada día.“Creo que ha llegado el momento de volver a las calles para demostrar todos juntos nuestra indignación y compromiso contra este sistema criminal que provoca la muerte y la desesperación de miles de personas cada año – escribe hoy Marco Omizzolo, sindicalista del Flai-Cgil e investigador que lucha desde hace años contra el gangmastering y que procede precisamente de la zona agropontina pontina: "No más patrones, no más explotación, no más gangmasters, no más tonterías como la sustitución étnica o comodidades similares".