En Ecuador, una antigua técnica indígena devolvió el agua a la árida ciudad

Un pequeño pueblo del sur de Ecuador ha solucionado el problema de la sequía utilizando un antiguo sistema de recogida de agua de lluvia utilizado en el pasado por los pueblos indigenas de la era preincaica, los Palta.Estamos hablando de Catacocha, un pueblo ubicado en una provincia conocida por sus condiciones extremadamente secas.Las lluvias sólo aparecen dos meses al año, entre enero y febrero, y el cambio climático no hace más que agravarlas.Por tanto, la solución inesperada llegó mirando al pasado, un un antiguo sistema de lagunas artificiales que los pueblos originarios utilizaban para hacer frente a la ya intensa aridez.El historiador local que lo descubrió, Galo Ramón, convenció a los habitantes de Catacocha para aplicarlo y los resultados fueron sorprendentes.Nueve años después, el cambio que se ha producido es visible.

En 2005, la comunidad recreó, en uno de los puntos más altos de Catacocha, el Cerro Pisaca, este sistema de captación y abastecimiento de agua creado por los Palta, una comunidad indígena que vivió en la zona hace más de mil años.El sistema, compuesto por 250 lagunas artificiales en la montaña, ha permitido a los habitantes de esta árida ciudad almacenar agua de lluvia y así disponer siempre de recursos hídricos suficientes para los cultivos y el ganado.Antes de la construcción del sistema hidráulico indígena, en agosto, casi no quedaba agua al punto que los habitantes solo disponían de ella una hora al día.Ahora, sin embargo, el sistema garantiza que el agua recogida en los dos primeros meses del año dure hasta la próxima lluvia.El historiador Galo Ramón descubrió el sistema indígena mientras realizaba una de sus investigaciones sobre documentos de 1680 que hablaban de un conflicto de tierras entre los municipios de Coyana y Catacocha.La disputa se refería a una laguna en Pisaca, de la que también se informó sobre un dibujo.«Las Paltas – explicó Galo Ramón – Crearon este sistema porque sabían de la sequía.Las lluvias aquí pueden concentrarse en uno o dos meses.Se trata de lluvias violentas que provocan la caída de más de 700 milímetros de agua en menos de 60 días.Almacenar el agua de lluvia, medir la infiltración y recargar los acuíferos era la única manera de hacer frente a semejante aridez".

El sistema, de hecho, no sólo incluye banales tanques para recoger el agua de lluvia, sino que gestión adecuada de la escorrentía a través de pequeños muros de contención.«Los Palta – añadió Ramón – sabían dónde había más permeabilidad en el suelo observando lo que yo llamo la línea verde.Esta línea se puede observar en agosto o septiembre, cuando ante la ausencia de lluvias las plantas de raíces profundas resisten absorbiendo agua del subsuelo y nos permiten ver dónde se encuentra el acuífero.Ahí crearon las lagunas".Galo Ramón es hoy el presidente de la Fundación Comunidec, una organización que lucha por los derechos humanos a través de la cual los habitantes locales lograron rehabilitar las dos lagunas más grandes construidas por los Palta y, en cinco años, construir las otras 248.Las dos lagunas más grandes, en el centro del sistema, recogen el agua de lluvia que comienza a fluir de laguna en laguna bajo tierra hasta llegar a manantiales naturales y alimentarlos.La capacidad de almacenamiento de las 28 lagunas más cercanas al Cerro Pisaca son 182.482 metros cúbicos.Así se estima en el libro “Ecohidrología y su implementación en el Ecuador”, publicado con el apoyo de la UNESCO.De hecho, el éxito del sistema lagunar indígena Catacocha ha sido tal que, en 2018, el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO incluyó el área en su lista de sitios de demostración de ecohidrología.

[por Simone Valeri]