https://www.open.online/2024/04/19/matteo-della-bordella-himalaya-alpinismo
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Matteo Della Bordella, de Varese, 39 años, vive en la zona de Canavese con su pareja Arianna Colliard.Es un académico de montañismo.Hoy le dice a Repubblica que «ir a la montaña es siempre un compromiso entre atreverse y rendirse.Si no te atreves, no irás a ninguna parte.Pero a veces no puedes esforzarte más.Hay que saber rendirse, saber calcular.Es una de las cosas más fascinantes del montañismo".Pero sobre todo se preocupa por el medio ambiente.El Everest está sumergido en los desechos de cientos de expediciones:Cilindros, tiendas de campaña, equipos abandonados.«Creo en una forma de escalar más natural, y es la que no deja huellas.Crecí con la idea de que mientras menos ayuda y tecnología tengas, más valoras tu escalada y tu experiencia, que es una comparación directa entre tú y la montaña.Entonces, la primera vez que me encontré el compresor en la cabeza...".
Cuerdas, helicópteros, taladros.
Según Della Bordella "si te ayudan cuerdas fijas, guías, helicópteros, taladros... Son tantas las montañas que se han ensuciado con el tiempo".Pero se pueden limpiar:«Lo estamos haciendo con Massimo Faletti, en el proyecto Climb&Clean.Es un movimiento transversal en todo el mundo.Lo hacemos en las peñas, para involucrar a más gente.De lo contrario, se convierte en algo elitista, como lo son las montañas".También porque los jóvenes montañeros son «más extremistas que yo y mi generación millennial, que tiene un sentimiento de rechazo hacia determinadas prácticas.Un joven de 25 años ya piensa que no es necesario coger aviones para llegar a un lugar.Tengo mi compromiso:Quemo mi parte de Co2 en el avión.Después de todo, los Alpes ahora están arruinados por teleféricos, refugios y helicópteros.¿El Himalaya?No está en un buen lugar.Es la montaña al alcance de todos, incluso de los que no entienden nada, donde todos los medios son válidos.Por suerte sólo los montañeros van a la Patagonia."