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ROMA – Mientras hablamos de alarma sequía, hay otra paralela y complementaria:Lo desperdicié.con un dado calculado por Istat que resume perfectamente el escándalo medioambiental: en 2022 el agua dispersada en las redes municipales de distribución de agua potable cubriría las necesidades hídricas de 43,4 millones de personas durante todo un año.
En 2022, el volumen total de pérdidas de agua en la fase de distribución de agua será igual a 3,4 mil millones de metros cúbicos. El 42,4% del agua vertida a la red..El indicador ha subido muy ligeramente respecto a 2020 (cuando se situaba en el 42,2%), lo que confirma la persistente Estado de ineficiencia de muchas redes de distribución..
Aunque en los últimos años muchos gestores de servicios de agua han puesto en marcha iniciativas para garantizar una mayor capacidad de medición del consumo y la contención de las pérdidas en la red, la cantidad de agua dispersada en la distribución sigue representando un volumen considerable, cuantificable en 157 litros diarios por habitante.Estimando un consumo per cápita igual a la media nacional, el volumen de agua dispersado en 2022 satisfaría las necesidades de agua de 43,4 millones de personas durante todo un año (lo que corresponde aproximadamente al 75% de la población italiana).
Las pérdidas totales de la red son atribuibles a:factores fisiológicos, presentes en todas las infraestructuras hidráulicas al no existir un sistema de pérdida cero;roturas en las tuberías y antigüedad de los sistemas, especialmente frecuentes en algunas zonas del territorio;factores administrativos, por errores de medición de medidores y usos no autorizados (conexiones ilegales).
Aunque las pérdidas tienen una tendencia muy variable, las diferencias territoriales y de infraestructuras reproducen el gradiente consolidado Norte-Sur, registrándose las situaciones más críticas en las zonas del Centro y Sur, dentro de los distritos hidrográficos de los Apeninos y del cinturón insular.
En 2022, las demarcaciones hidrográficas con mayores pérdidas totales en distribución son Cerdeña (52,8%), Sicilia (51,6%) y los Apeninos meridionales (50,4%), seguidos de los Apeninos centrales (45,5%).El indicador, sin embargo, alcanza su valor mínimo en la región del río Po (32,5%) y es ligeramente inferior a la cifra nacional en las regiones de los Alpes orientales (40,9%) y los Apeninos septentrionales (40,6%).