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ROMA – En el Centro de Congresos Roma Eventi tuvo lugar el XII Congreso Nacional de la Unión Italiana de Agricultores (Uci), un evento fundamental que contó con la participación de importantes figuras del sector agrícola, ambiental e institucional.
El Congreso tuvo lugar en un momento decisivo, en vísperas de las elecciones europeas que sitúan la agricultura en el centro del debate político, cuyo desarrollo debe ser una prioridad importante para el futuro Parlamento.
El Pacto Verde y la estrategia De la granja a la mesa subrayan, de hecho, la necesidad de involucrar más a los agricultores en la transición ecológica.
El presidente Mario Serpillo, confirmado por unanimidad como titular de la UCI, declaró:“Queremos devolverle la centralidad al sector agrícola, reconociendo que no es una actividad económica como las demás.Hacer agricultura significa permanecer en la zona, lidiar con la falta de servicios, conexiones viales y digitales y salvaguardias institucionales.Nuestro objetivo es dignificar el trabajo y los 'lugares' de la agricultura, promoviendo proyectos concretos guiados por una visión compartida".
Entre los intervinientes, Barbara Nappini, presidenta de Slow Food Italia, subrayó:“Hoy la lógica que guía el sistema alimentario (producción, distribución y consumo) sólo puede ser 'orgánica':es decir, centrado en la vida.
Esto no es un sacrificio, sino la oportunidad de tomar decisiones importantes que tiendan hacia el horizonte de un progreso armonioso que, en lugar de separar, mantenga unidos:datos técnicos y conocimientos tradicionales, visión global y valorización de la diversidad territorial, análisis lúcido e inteligencia afectiva, investigación científica y belleza.
Volver a poner en el centro el bien común, en lugar de los intereses privados y específicos, esforzándose con determinación por el objetivo de la paz, por la vida en todas sus formas:Bajo este auspicio iniciamos una colaboración con la UCI que nos permitirá trabajar juntos por un camino cultural, generalizado e inclusivo".
“La agricultura europea, y en particular la italiana - afirma el presidente Mario Serpillo - se enfrentan al desafío de la sostenibilidad medioambiental y social.La escasez de agricultores jóvenes, especialmente menores de 35 años, es un problema crítico que corre el riesgo de comprometer la competitividad del sector.Las políticas futuras deberán facilitar el acceso a la tierra y al crédito, mejorar la infraestructura rural y apoyar la innovación.Las zonas rurales y marginales del país, a menudo consideradas periféricas - continúa - deberán estar en el centro de un nuevo proyecto nacional y ser muy atractivas para el emprendimiento juvenil y para el turismo de calidad, a través del cual valorizar las excelencias enogastronómicas y la cultura patrimonial de esos territorios".
Temas en torno a los cuales, dado que existe pleno acuerdo con la presidenta de Slow Food Italia, Barbara Nappini, la UCI pretende desarrollar una colaboración fructífera y llevar adelante, en Italia y en Europa, el compromiso común de las dos asociaciones para salvaguardar la agricultura, la territorio y sostenibilidad ambiental.
Por tanto, durante el XII Congreso se lanzó un mensaje claro:La transición ecológica de la agricultura no puede tener lugar sin la participación activa de los agricultores.
Sólo una agricultura moderna y sostenible puede responder a los desafíos actuales y futuros, garantizando calidad y competitividad, y al mismo tiempo potenciando el patrimonio territorial y cultural de nuestro país.