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Un proyecto de investigación con sede en la Universidad de Heidelberg y el Hospital Universitario de Heidelberg analiza las partículas de plástico y el cambio climático como factores impulsores de la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) en el medio ambiente.Los investigadores participantes investigarán las interacciones socioecológicas dentro de los hábitats acuáticos afectados por la contaminación plástica, la contaminación con antibióticos y las influencias climáticas, y explorarán los impactos ambientales y relacionados con la salud en el contexto de la Salud Planetaria.El proyecto está liderado por el Prof.Dr. Joacim Rocklöv, Profesor Humboldt en el Centro Interdisciplinario de Computación Científica y el Instituto de Salud Global de Heidelberg, y está compuesto por once socios internacionales, incluido el Instituto de Investigación de Medicina Tropical del Departamento de Salud de Filipinas.La Unión Europea financia con más de seis millones de euros este proyecto de colaboración internacional de cuatro años y medio de duración.
"Se necesita investigación científica para mostrar evidencia de cómo la contaminación plástica en cuerpos de agua combinada con contaminantes antibióticos está contribuyendo a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos en el medio ambiente, amenazando la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, especialmente en tiempos de cambio climático", explica Profe.Rocklöv, que dirige el Laboratorio de Enfermedades Infecciosas Sensibles al Clima (CSIDlab).Se sabe que en el mar, en ríos, estanques o lagos existen bacterias resistentes a los antibióticos, que presentan un riesgo de infección, en particular para las personas que se bañan en estas aguas con heridas abiertas.Al mismo tiempo, los entornos acuáticos están cada vez más contaminados por micro y macropartículas de plástico.“Las bacterias pueden adherirse a las partículas de plástico, crecer y formar colonias enteras, creando un microecosistema único denominado 'plastisfera'.Los genes que intercambian las bacterias pueden incluir los responsables de la resistencia a los antibióticos”, afirma la Dra. Marina Treskova, líder de un grupo de investigación junior en el Centro Interdisciplinario de Computación Científica que codirige la investigación junto con el Prof.Rocklov.Las partículas de plástico, a su vez, sirven como vehículos, transportando bacterias de un punto a otro mediante procesos hidrológicos.
Según la Dra. Treskova, el cambio climático puede exacerbar aún más la propagación de la resistencia a los antimicrobianos en los ambientes acuáticos, por ejemplo, debido a fuertes lluvias o falta de lluvia.“Para detener este proceso negativo y proteger la salud planetaria, debemos comprender estos procesos y sus interacciones para encontrar soluciones de seguimiento y prevención”, afirma el científico.Las plantas de tratamiento de aguas residuales representan un importante lugar de estudio para los investigadores, ya que recogen aguas residuales de las ciudades, incluidos los hospitales, y acumulan antibióticos, bacterias y residuos plásticos.
Un aspecto principal de la investigación llevada a cabo en el contexto del proyecto “Compromiso e intervenciones comunitarias para detener la propagación de la resistencia a los antimicrobianos en los entornos acuáticos catalizados por el cambio climático y las interacciones con la contaminación plástica” (TULIP) son los factores sociales y políticos. con el fin de desarrollar contramedidas holísticas, incluidas soluciones inspiradas en la propia naturaleza.El enfoque de investigación se probará en Filipinas e Italia.“Con TULIP, esperamos obtener no sólo conocimientos científicamente sólidos sobre la interrelación entre la contaminación plástica, la RAM y el cambio climático, sino también traducirlos en recomendaciones de políticas, acciones comunitarias y conocimiento social.Recopilaremos datos sobre el terreno pero también aplicaremos modelos informáticos para desarrollar indicadores y herramientas de toma de decisiones”, afirma Joacim Rocklöv.El epidemiólogo, matemático y estadístico está investigando enfermedades infecciosas sensibles al clima y su impacto en la salud pública en condiciones climáticas cambiantes: un enfoque interdisciplinario de suma importancia para la medicina, la atención médica, la investigación del cambio climático y la consulta de políticas.
El consorcio TULIP inició sus trabajos a principios de este año.Los investigadores de Heidelberg cooperan con socios del proyecto en Filipinas, que desempeñan un papel importante en la implementación y coordinación del trabajo científico y las actividades de divulgación.También participan expertos de universidades e institutos de investigación, socios no académicos, pequeñas y medianas empresas y organizaciones no gubernamentales de Alemania, Italia, Países Bajos, Suecia, España y Mónaco.La Unión Europea financia el proyecto TULIP en el marco de Horizonte Europa;forma parte del grupo de Salud Planetaria de la UE.
Fuente: Noticias médicas