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ROMA - Los satélites actualmente en órbita se pueden utilizar para monitorear el estado de la contaminación plástica marina.Así lo destacó una investigación internacional en la que participó el Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Nacional de Investigaciones de Lerici (Cnr-Ismar), según informó el Cnr en un comunicado de prensa.Utilizando una serie de 300.000 imágenes satelitales tomadas cada tres días durante seis años, con una resolución espacial de 10 metros, Se han identificado miles de franjas de residuos, algunas de más de un kilómetro de largo y otras de hasta 20 km..Estos Los datos nos han permitido crear el mapa más completo hasta la fecha de la contaminación por residuos marinos flotantes en el Mediterráneo..
Para que los satélites existentes puedan detectarlos, el plástico y otros desechos flotantes deben acumularse en zonas densas de al menos diez metros de largo.Estas formaciones flotantes, conocidas como hileras, parches, franjas o franjas, suelen adoptar la forma de filamentos, resultantes de la convergencia de las corrientes en la superficie del mar. La presencia de una franja de residuos indica un alto nivel de contaminación en un lugar y momento específicos..A través de investigaciones se ha visto que la abundancia de estos parches es suficiente para mapear la contaminación y revelar tendencias a lo largo del tiempo. Las imágenes fueron tomadas por los satélites Sentinel-2 del programa Copérnico de la Unión Europea., cuyos sensores, sin embargo, no están diseñados para la detección de residuos, y por lo tanto tienen una capacidad bastante limitada para la detección de plástico.“Buscar áridos de residuos de varios metros en la superficie del mar es como buscar agujas en un pajar– explica Stefano Aliani, director de investigación y oceanógrafo del Cnr-Ismar – A pesar de los satélites no especializados, logramos identificar las zonas más contaminadas y sus principales cambios a lo largo de semanas o años..Por ejemplo, unHemos observado que muchos residuos entran al mar cuando hay tormentas“.
El análisis de imágenes de satélite, realizado con supercomputadores y algoritmos avanzados, ha permitido comprender que estas acumulaciones en las hileras costeras se deben principalmente a las emisiones de residuos terrestres de los días inmediatamente anteriores.Por tanto, conocer este aspecto hace que estas formaciones sean especialmente útiles para la vigilancia y gestión de la contaminación plástica, demostrando la aplicabilidad del estudio a casos reales.“Esta herramienta está lista para ser utilizada en diferentes contextos:Estamos convencidos de que nos enseñará mucho sobre el fenómeno de los residuos, incluida la identificación de fuentes y rutas hacia el océano.– comenta Giuseppe Suaria, investigador del Cnr-Ismar de Lerici – Además, Nuestra capacidad de detección mejoraría enormemente si pusiéramos en órbita tecnología dedicada a la observación de plásticos..La implementación de un sensor de alta resolución dedicado específicamente a la detección e identificación de objetos flotantes de un metro de tamaño también podría ser útil en otras cuestiones relevantes como la monitorización de vertidos de petróleo, pérdidas de carga de buques o actividades de investigación y salvamento en el mar”.
El trabajo fue financiado por Discovery Element de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el consorcio está formado por empresas espaciales multinacionales e institutos de investigación de seis países.El estudio fue coordinado por Andrés Cózar de la Universidad de Cádiz (España) y Manuel Arias del Instituto de Ciencias del Mar del Csic (España).Además del aporte del Cnr-Ismar, el grupo internacional que realizó la investigación está formado por investigadores de:Universidad de Cádiz y Csic en España, Agencia Espacial Europea (ESA), Argans Francia, Universitat Politècnica de Catalunya (España), Universidad Técnica de Creta (Grecia), Argans Ltd.(Reino Unido), Airbus Defence and Space (Francia), Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, The Ocean Cleanup (Países Bajos) y Acri-St (Francia).El estudio fue financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España;también recibió aportaciones del Mur con el proyecto PRIN EMME 2017WERYZP_006 y el proyecto SCOR FLOTSAM-IMDOS, y de la Unión Europea con los proyectos EUROqCHARM y NAUTILOS.