https://www.lifegate.it/ce-02-cosa-offre-e-come-va-lo-scooter-elettrico-bmw
- |
Fácil es el primer sentimiento que me viene a la mente.Ágil es el segundo, nada más subirte al sillín y recorrer los primeros metros, silenciosos.¿El tercero?Es curioso, mucho.Después del maxi scooter eléctrico CE 04, BMW vuelve al tema de la movilidad urbana y con CE 02 ofrece un scooter con un diseño original, esencial y accesible.Disponible en la versión con alimentación de 4 kW (5 caballos de fuerza) comparable a un ciclomotor de 50 cc (L1, por lo tanto circulable a 14 con licencia AM) o al L3 de mayor rendimiento (objeto de nuestra prueba) con una potencia máxima de 11 kilovatios (15 caballos de fuerza) Conducible a partir de los 16 años con el permiso A1, CE 02 combina las prestaciones y la eficiencia de un patinete eléctrico con la agilidad de una bicicleta eléctrica. Hasta 90 kilómetros de autonomía eléctrica declarada, tiempos de carga cortos, que se pueden realizar desde un enchufe doméstico normal.
BMW CE 02, ruedas grandes y cerebro fino
Como siempre, te dejamos la última palabra en diseño. Señales particulares, las grandes ruedas, los generosos frenos de disco, el color negro como dominante, alternando superficies mate y brillantes, las horquillas de color dorado.El CE 02 no es ciertamente un scooter que pase desapercibido.Además, existe un programa que permite personalizarlo añadiendo los accesorios que desees (incluidos puños calefactables), variando los colores y eligiendo entre dos tipos de sillín.Eso sí, el precio (ya no es ligero, parte desde 7.750 euros) por lo que corre el riesgo de aumentar.
Primeras impresiones, como adelantábamos, son las de estar sobre el sillín de un "juguete" urbano, con un centro de gravedad bajo y compacto, manillar ancho, con posibilidad de apoyar los pies en los tradicionales estribos o en los más avanzados para encontrar la posición más agradable incluso en la altura.El CE 02 arranca sin llave y desde los primeros metros se nota que es ligero (poco más de 100 kilos). ¿Espacio? Si queréis, podéis caber en dos, siempre y cuando no seáis gigantes.
Si el teléfono inteligente se convierte en una segunda pantalla
Algunos botones en el manillar, un pantalla de 3,5 pulgadas con todo lo necesario, el smartphone para usarlo como navegador (y mucho más descargando la aplicación BMW), elige uno de los modos de conducción y listo.El CE 02 muestra todo lo que necesitas, una vez más intuitivo y fácil:Desde la velocidad hasta el estado de carga de la batería, la pantalla es fácil de leer.Para cargar el smartphone hay una toma USB-C (que se fija en el soporte correspondiente) que, descargando la aplicación Motorrad Connected, se convierte en un ordenador de a bordo:muéstrame tiempos de carga A través de Bluetooth, actúa como una pantalla adicional conectada a los botones del manillar, registra los viajes y mucho más.
¿Surf, flujo o flash?
En BMW lo llaman la “Experiencia de conducción”. Surf para salir silencioso y relajado en el tráfico (pero sin regenerarse al frenar), Fluir buscando un compromiso entre prestaciones y autonomía, que se pueda aprovechar en los desplazamientos extraurbanos.La última opción es Destello (opcional a solicitar por separado) que, presagio nomen, aprovecha toda la potencia disponible, garantizando al mismo tiempo la máxima regeneración de energía durante la frenada;al final este último acaba siendo el método más utilizado.Y para los perezosos incluso hay uno. contrarrestar.
Seguridad:Hay ABS, pero sólo en la rueda delantera...
Rápido (incluso llegando a 100 km/h si se desea), veloz en los semáforos, muy ágil.Quizás un borde rígido en baches y adoquines en Milán (donde probamos el CE 02), aspecto que mejora notablemente eligiendo el sillín con más acolchado.En materia de seguridad, existe la control de tracción que permite aprovechar la notable aceleración sin riesgos, mientras que la elección de BMW de montar elabdominales (que evita que las ruedas se bloqueen al frenar) sólo en la rueda delantera, mientras que el freno trasero no está equipado con uno, la seguridad vial debe ser siempre y sólo una prioridad, incluso a costa de sacrificar (posible) diversión.