https://www.open.online/2024/02/14/corrente-golfo-collasso-effetti-cosa-succede-studio
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La Corriente del Golfo ya ha iniciado su viaje hacia el punto de no retorno.En el momento en que se vuelva tan débil que incluso si el derretimiento del hielo debido a cambio climático de origen antrópico, ya no habrá forma de restablecer el flujo de agua caliente que, partiendo del Golfo de México, lleva actualmente agua caliente a toda Europa, garantizando al continente los inviernos suaves de los que disfruta.Estas son las conclusiones de un nuevo estudiar lo que pone de relieve cómo la circulación atlántica, el complejo sistema de corrientes del que también forma parte el Golfo, corre el riesgo de colapsar.Lo que sucedería en este escenario cada vez más concreto es sólo parcialmente predecible, pero la interrupción de la circulación atlántica alteraría el clima de gran parte del planeta.
La Corriente del Golfo nunca ha sido tan débil en los últimos 1000 años
El estudio, publicado en la revista Avances científicos Tiene un título elocuente: La señal de alerta temprana basada en la física muestra que AMOC está en rumbo de inflexión (van Westen et al.) y en él trabajaron algunos de los científicos que hoy constituyen un punto de referencia para el análisis del comportamiento de la circulación atlántica.Esto es – informa Control climático – el primer trabajo de este tipo que reúne, a través de modelos climáticos, tanto los efectos del cambio climático en los océanos como en la atmósfera.Y sus resultados están en línea con los de otras importantes investigaciones publicadas en los últimos años, que demuestran que la circulación ya se ha ralentizado un 15%, siendo más débil que nunca en los últimos mil años, y que su colapso podría producirse. entre 2025 y 2095.El horizonte temporal trazado por van Westen et al.es un poco más ancho:durante los próximos 100 años.
Porque la Corriente del Golfo se está derrumbando
Los modelos muestran la trayectoria futura, pero las señales ya están ahí.Así como la principal causa de la desaceleración de la corriente:el derretimiento del hielo –en particular el de Groenlandia– que diluye el flujo.Para entender cómo, es necesario comprender cómo funciona el sistema actual.La circulación del Atlántico funciona como una cinta transportadora oceánica gigante, moviendo calor, carbono y nutrientes desde los trópicos al Ártico y viceversa.
En el ejemplo concreto de la Corriente del Golfo, cuando el agua cruza los cálidos mares del Caribe, se calienta y asciende a la superficie, continuando su recorrido hacia el noroeste de Europa.Allí libera el calor acumulado, aumenta su salinidad volviéndose más denso y pesado, y se hunde y luego regresa hacia el sur, tocando la costa de África.Sin embargo, el exceso de agua dulce procedente del derretimiento del hielo hace que el agua sea menos densa y salada, dificultando el proceso de hundimiento hacia el Sur.Y son precisamente las señales sobre la salinidad actual las que preocupan a los científicos.
¿Qué pasaría si la Corriente del Golfo colapsara?
¿Cuáles serían las consecuencias de un colapso de la circulación atlántica?Si se produjera la interrupción de las corrientes, en algunas regiones como la costa este de EE.UU., el nivel del Océano Atlántico aumentaría un metro, inundando muchas ciudades costeras.Las estaciones húmedas y secas en el Amazonas se revertirían, empujando potencialmente a la ya debilitada selva tropical más allá de su punto de no retorno.Las temperaturas en todo el mundo fluctuarían de manera mucho más errática que ahora.
El hemisferio sur se calentaría, mientras que Europa se enfriaría drásticamente y recibiría menos precipitaciones.Este último efecto podría parecer atractivo en comparación con la actual tendencia de calentamiento, pero los científicos señalan que los cambios serían 10 veces más rápidos de lo que estamos experimentando ahora, lo que haría casi imposible la adaptación.Un escenario que Westen -el autor principal- define como "devastador".
Colapso de la circulación atlántica, sus efectos en Europa
El estudio se centra en los efectos que se producirían en Italia y Europa en caso de colapso.Las ciudades italianas no se examinan, pero es posible hacerse una idea aproximada de lo que podría pasar con nuestro país, situado en un rango intermedio entre Madrid y Viena.Si miras la capital española, observas que las temperaturas en verano se mantendrían casi iguales, con un descenso de la temperatura media de entre 1 y 2 grados centígrados.
Las diferencias invernales son mayores, con medias que podrían descender hasta 4 grados respecto a las actuales.La diferencia se hace cada vez más marcada a medida que avanzamos hacia el norte, sobre todo debido al hielo que, en caso de colapsar, se extendería hacia el sur mucho más que ahora, reflejando el calor del sol e impidiendo que caliente la superficie terrestre.Así, en Viena, febrero sería casi 10 grados más frío que ahora, mientras que febrero en Londres, que ahora tiene valores de temperatura no muy alejados de los de Milán, se enfriaría hasta 15 grados con respecto a ahora.
En la portada:Diagrama OPEN/AMOC, gráficos de fondo sobre las corrientes en el Océano Atlántico (generado con IA)