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- Con el provocativo título "Los ingresos de los agricultores", el ensayo de Famiano Crucianelli explica cuáles son los problemas de la agricultura y cómo abordarlos.
- Salarios justos para los agricultores, pero también reconocimiento del papel socioeconómico del campo, formación y educación alimentaria.
- Volver a poner la agricultura en el centro significa encontrar soluciones para la seguridad alimentaria y el cambio climático.
- Crucianelli ve el biodistrito como un lugar que vuelve a poner en el centro el bien común, la comunidad, con la agricultura como primer capítulo a abordar para una transición ecológica que responda a los desafíos globales.
“La agricultura debería ser el primer capítulo de cualquier razonamiento que quiera abordar las grandes cuestiones del futuro.No fue así y hoy todos los problemas llegan a un punto crítico.Detrás de las nuevas y exasperadas "protestas de los tractores" se esconde esta verdad elemental:es a partir de esta reflexión que se desarrolla el ensayo ingresos del agricultor, un texto de Famiano Crucianelli, entre los fundadores de Il manifesto, ex parlamentario, subsecretario de Asuntos Exteriores del gobierno Prodi, ahora presidente de Biodistrito de Via Amerina y Forre, en la zona de Viterbo, en Lacio.
Ingresos de los agricultores y biodistritos:la entrevista con Famiano Crucianelli
El ensayo explica cómo en el mundo agrícola se refleja toda la contradicción que pasa entre el mundo producción de un bien común esencial, ¿cuál es la comida y el reglas del libre comercio.Una contradicción que encuentra expresión en la gran dificultad económica de los productores, En el colapso demográfico del campo, en el'abandono de las zonas rurales y en el crisis ambiental.
Según el autor, para responder a los desafíos de cambios climáticos, desde el seguridad alimentaria y de cohesión social, hay que devolverlo agricultura en el centro y cambiar radicalmente el sistema de producción basado ahora en la lógica especulativa y destructiva del multinacionales en la agroindustria que han envenenado el suelo, han puesto en peligro su fertilidad y comprometió el biodiversidad.Exploramos este punto de vista en profundidad entrevistando a Crucianelli.
¿Cómo surgió el libro?
Los ingresos de los agricultores son fruto sabio de la experiencia personal, ya que desde hace una docena de años participo en la construcción del Biodistrito de Via Armerina y Forre, uno de los primeros en Italia.Estamos en una zona a la que tengo un apego emocional porque es donde crecí, una zona que hoy ha sido completamente transformada por el cultivo intensivo de la avellana de Tuscia.El biodistrito se constituye como una guarnición del territorio, partiendo de la agricultura.
¿Es el ingreso campesino un juego de palabras, una sugerencia, una propuesta concreta?
Diría una sugerencia sobre la que reflexionar para poder implementarla en la práctica.Pedimos a los agricultores que produzcan alimentos de una determinada manera, sanos, de calidad, respetuosos con el medio ambiente, y al mismo tiempo que sean custodios del territorio, pero no podemos pensar que lo hagan gratis.Se necesita apoyo.Y los recursos están ahí si pensamos en cuánto podríamos recuperar, por ejemplo, de los costos sociales y ambientales ocultos de los alimentos en la actualidad.
¿Es sólo una cuestión económica?
En absoluto.Hay otros dos aspectos sobre los que intervenir:uno se refiere a la necesidad de restaurar la dignidad social y cultural de los agricultores y las zonas rurales y garantizarles un futuro.Necesitamos crear un equilibrio sociocultural entre la ciudad y el campo y esto se desprende de las estimaciones que predicen que para 2050, entre el 70 y el 80 por ciento de la población mundial vivirá en metrópolis.El otro aspecto se refiere a la formación, lo que lleva a una nueva pregunta:En este sentido comparto, por ejemplo, el llamamiento de Slow Food para que la educación alimentaria sea obligatoria en las escuelas.
¿Qué espera de estas elecciones europeas para la agricultura?
Nadie habla seriamente de los problemas de la agricultura, que se trata sólo de manera instrumental.Tenía la esperanza de que el acuerdo verde y la estrategia de la granja a la mesa fueran documentos ampliamente compartidos por todas las partes, pero en cambio, a raíz de las protestas autolesivas de los tractores, se han dado pasos hacia atrás y la controversia contra el "fundamentalismo ambientalista". ha regresado con agricultores que han acabado sirviendo a sus verdugos.
No estoy de acuerdo con el cabildero, pero lo entiendo, trabaja por su propio interés.En cambio, la política debería ocuparse del bien común y tomar decisiones desinteresadas:es escandaloso que, por ejemplo, no se consiga un impuesto al azúcar o una prohibición de la publicidad de determinados alimentos o que el glifosato no se haya renovado hasta dentro de diez años.
Debemos entender que la agricultura es la encrucijada por la que pasa la seguridad alimentaria y la lucha contra el cambio climático y que el actual sistema de producción basado en monocultivos y química está provocando una pérdida de productividad y esterilidad del suelo.¡En el valle del Po hay menos del 1 por ciento de materia orgánica en el suelo!Necesitamos una alianza entre productores y consumidores para crear sistemas alimentarios sostenibles.
¿Qué es el biodistrito para ti?
El biodistrito es un laboratorio social, ambiental y económico, una posibilidad de dar sentido a la democracia e involucrar a los ciudadanos, involucrándolos y sensibilizándolos en temas como la alimentación, la recogida selectiva de residuos y las comunidades energéticas.Es un lugar que vuelve a poner en el centro el bien común, la comunidad con la agricultura como primer capítulo a abordar para una transición ecológica que responda a los desafíos globales.
¿Qué esperas para tu territorio?
Espero que la biodiversidad y la diversificación de cultivos regresen a estos lugares:Hay algunas señales de algunos agricultores que están volviendo a plantar vides y olivos.Espero que el agua vuelva a fluir por los arroyos, secos por el cultivo intensivo que se ha extendido fuera de las zonas de vocación.Ojalá vuelvan los sapos y los jilgueros.Y en el lago Vico, donde hoy la proliferación de algas rojas provocada por los fertilizantes químicos libera toxinas y priva de oxígeno a plantas y animales, espero que vuelva la vida.