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Al final se decide que la UE ha evitado oficialmente la agricultura intensiva con medidas más estrictas en materia de Reducir las emisiones contaminantes..En particular, a partir de la revisión de directiva En cuanto a las emisiones industriales, las granjas ganaderas se han mantenido al margen, mientras que algunos umbrales han cambiado para las granjas porcinas y avícolas.La decisión tendrá vigencia al menos hasta 2026, año en el que la Comisión deberá evaluar si revisa o no la decisión.A pesar de las numerosas críticas del mundo ecologista, el Parlamento Europeo y el Consejo alcanzaron el pasado martes un acuerdo político provisional.
En general, las nuevas normas deberían garantizar una mejor prevención y control de la contaminación resultante. de las emisiones de las grandes plantas agroindustriales, así como la reducción de la producción de residuos y la optimización del uso de materias primas y energía.A este respecto, aunque el impacto de la ganadería ya es ampliamente conocido, la elección recayó en confirmar la posición ya expresada por el Parlamento Europeo el pasado mes de julio, cuando por primera vez se decidió excluir dicha ganadería del ámbito de aplicación del la directiva.En comparación con lo indicado en la propuesta de revisión presentada por la Comisión, el status quo para las explotaciones ganaderas se mantiene sin cambios, mientras que las empresas que posean más de 1.200 cabezas de cerdo tendrán que cumplir con las nuevas normas anticontaminación.Para este último, el umbral se había fijado anteriormente en 2.000 cabezas.Sin embargo, las normas no se aplicarán a las granjas porcinas ecológicas y de gestión extensiva.Para las granjas avícolas, el umbral de 40.000 pollos se mantiene sin cambios, pero para las gallinas ponedoras se reduce a 21.500.El ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, se mostró satisfecho y declaró en su página de Facebook:«El sistema italiano vuelve a ganar.Con la frente en alto en Europa junto a los criadores italianos".Un comunicado que confirma lo dicho por el gobierno de turno la protección de los intereses industriales es una prioridad en comparación con la de la salud pública, pero también con la de las empresas más pequeñas.«El acuerdo alcanzado – explicó el responsable de la campaña agrícola de Greenpeace – es un objetivo propio para la protección de nuestra salud y la del medio ambiente, pero también para todas aquellas pequeñas y medianas empresas agrícolas que sólo habrían obtenido una ventaja competitiva de la "imposición de límites más estrictos a las explotaciones intensivas más grandes e industrializadas".
De forma completamente anacrónica, la decisión también entraría en conflicto con la tan cacareada valoración del "Made in Italy".Por otra parte, la posición de Italia a favor de la agricultura industrial siempre ha sido coherente.De hecho, ya en marzo, el Ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Pichetto Fratin, votó en contra del acuerdo sobre el nuevo texto de la Directiva sobre emisiones industriales, precisamente porque el documento incluía también, por primera vez, el ganado con una serie de unidades de ganado adulto superiores a 350 bovinos.Si por un lado es cierto que la agricultura intensiva es un sector económicamente importante para Italia, por otro también es cierto que Belpaese está lejos de ser el mayor productor europeo de carne en relación con su economía.Pero incluso si así fuera, las críticas seguirían teniendo sentido.Los Países Bajos, por ejemplo, a pesar de depender en gran medida de esta industria, se encuentran entre los partidarios de la directiva en cuestión y llevan tiempo trabajando para convertir el sector hacia una mayor sostenibilidad.Italia, por el contrario, levanta las barricadas en defensa de un sector perjudicial no sólo desde el punto de vista medioambiental y gasta Aún millones de euros de dinero público para subvencionarlo.De hecho, en nombre de la seguridad alimentaria, muchos fondos también se han invertido en una agricultura intensiva que, además de no garantizar el bienestar de los animales, agrava la crisis climática y provoca una contaminación generalizada.Según la Oficina Europea de Medio Ambiente, el sector ganadero de la UE representa una de las principales fuentes de contaminación del aire, el suelo y el agua y es responsable de 12-17% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Por si fuera poco, el uso generalizado de antibióticos en la ganadería alimenta directamente el peligroso fenómeno de la resistencia incluso entre la población humana.Según la Comisión Europea, la propuesta de incluir el ganado vacuno y reducir los umbrales para la cría de cerdos y aves de corral habría permitido incluir aproximadamente la mitad de la ganadería existente en el ámbito de aplicación de la directiva, con el consiguiente beneficio medioambiental y sanitario de 5.500 millones de euros. por año.
[por Simone Valeri]