https://www.lifegate.it/accordo-di-escazu
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Artículo publicado originalmente el 5 de octubre de 2018.
- El Acuerdo de Escazú fue aprobado el 4 de marzo de 2018 y entró oficialmente en vigor el 22 de abril de 2021.
- El tratado protege los derechos de las ONG y las personas que defienden el medio ambiente en América Latina y el Caribe.
- América Central y del Sur es la región más peligrosa del mundo para los activistas ambientales, con decenas de asesinatos al año.
En América Latina y en caribe, hay muchas cuestiones medioambientales (y de primordial importancia) por las que luchar.La deforestación en Amazonas, la protección de las tierras de la pueblos indigenas (y por tanto de sus derechos), la explotación de los recursos por gigantes petroleros, la protección de la biodiversidad.Sin embargo, en ningún otro lugar la movilización por el medio ambiente puede ser tan peligrosa.Por suerte, las cosas podrían cambiar.De hecho, una señal muy positiva proviene deacuerdo de escazú, aprobado el 4 de marzo de 2018 tras seis años de negociaciones y entró oficialmente en vigor el 22 de abril de 2021, Día de la Tierra.
Albricias:un paso adelante para la seguridad de quienes defienden los derechos humanos y se ocupan de #ambiente en la zona más peligrosa del mundo. https://t.co/pnMgO5daXi
— Amnistía Italia (@amnestyitalia) 3 de octubre de 2018
- Cómo funciona el acuerdo de Escazú
- Los estados que se han sumado
- António Guterres llama a todos los estados a ratificar el Acuerdo de Escazú
- Qué arriesgado es luchar por el medio ambiente en América Latina
Cómo funciona el acuerdo de Escazú
Es conocido por todos como el acuerdo de escazú, del nombre del distrito de Costa Rica del mismo nombre, pero técnicamente se llama Lac P10, o Acuerdo regional sobre acceso a la información, participación pública y justicia en temas ambientales.La referencia es al Principio 10 del Declaración de Río sobre medio ambiente y desarrollo, aprobado en 1992:
“La mejor manera de abordar las cuestiones medioambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, al nivel correspondiente.A nivel nacional, cada individuo debe tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente en poder de las autoridades públicas, incluida información sobre materiales peligrosos y actividades que involucran a la comunidad, y debe tener la oportunidad de participar en los procesos de toma de decisiones.Los Estados deben facilitar y fomentar la conciencia y la participación públicas haciendo que la información esté ampliamente disponible.Debe proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, incluidos recursos e indemnización”.
Según lo informado por Instituto de Recursos Mundiales, el acuerdo -el primero de su tipo en América Latina- pone en blanco y negro el hecho de que las personas y organizaciones que defienden el medio ambiente y los derechos humanos tienen derecho a vivir en un ambiente saludable, libre de amenazas, restricciones e inseguridades.Asimismo, iniciar medidas para prevenir los ataques e intimidaciones contra ellos, y luego investigar cuando suceden y castigar el culpable.
Este documento también pretende allanar el camino para gente común (especialmente los grupos más pobres y vulnerables) que querrán buscar información sobre cuestiones ambientales que les conciernen directamente:nuevos yacimientos minerales, medidas de lucha contra la contaminación, explotación de la tierra, etc.La población tendrá que tener decir en el asunto en los procesos de toma de decisiones y, si es necesario, hacer valer los propios derechos incluso cuando estén del otro lado grandes intereses económicos.EL gobiernos, Por su parte, tendrán la responsabilidad de garantizar el apoyo (incluido el jurídico) a la sociedad civil.
Uno de los aspectos más innovadores y potencialmente revolucionarios reside precisamente en la opción de dar legitimidad a los activistas, reconociendo su papel social.“El acuerdo de Escazú ofrece esperanza a los defensores del medio ambiente que con demasiada frecuencia son blanco de ataques por su activismo”. explica Marcos Orellana, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre sustancias tóxicas y derechos humanos.“A menudo son estigmatizados como opositores al desarrollo y al interés público, pero el acuerdo de Escazú revierte este razonamiento al reconocer y valorar su importante y valioso papel para el desarrollo sostenible y en defensa de los derechos humanos”.
Los estados que se han sumado
El acuerdo de Escazú está abierto a la participación de 33 países, con la limitación de alcanzar 11 ratificaciones antes del 27 de septiembre de 2020 para entrar en vigor.Este umbral mínimo se ha superado a día de hoy hay 24 signatarios, con 16 ratificaciones:Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Chile, Dominica, Ecuador, Granada, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía y Uruguay.
A esta lista también se agregarán allá Colombia, dado que el Tribunal Constitucional avaló el tratado por unanimidad.Su membresía fue muy esperada, porque hoy Colombia es la nación más peligrosa para los defensores del medio ambiente, con Sesenta homicidios confirmados en 2022 de un total global de 177 (los datos están tomados del informe anual de Global Witness).También faltan ratificaciones Brasil, donde la tensión es palpable especialmente en la Amazonía, Costa Rica y Perú.Y también de laHonduras, hogar de Berta Cáceres;Se guardó un minuto de silencio en su memoria cuando se adoptó el acuerdo el 4 de marzo de 2018.El Venezuela, Sin embargo, ni siquiera participó en las negociaciones.
El temor común es que el tratado pueda salir mucho debilitado por la falta de países, como estos, donde los ataques contra los ambientalistas sean comunes o casi.El texto en sí ofrece un amplio margen de maniobra a los estados, porque son ellos los que deciden qué organismos implementarán sus disposiciones.La esperanza es que también participen los jóvenes, los pueblos indígenas y los grupos de la sociedad civil.“La tarea de seguimiento no recaerá sólo en el gobierno, sino también en sectores de la sociedad civil”, explica un mongabay Aida Gamboa, de la ONG peruana Derecho, ambiente y recursos naturales (Dar).“Al mismo tiempo, los ciudadanos tendrán la tarea de pedir más derechos, más garantías y todos los recursos financieros necesarios para la implementación del acuerdo”.En este sentido, la participación del sector privado también será fundamental para garantizar que sus promesas no se queden en el papel.
Lea también:
- Colombia, María Magdalena Cruz Rojas, líder campesina de derechos humanos, asesinada (abril de 2018)
- Perú, asesinada la líder indígena Olivia Arévalo (abril de 2018)
- Brasil, otro guardián del Amazonas, Paulo Paulino, asesinado (noviembre de 2019)
- Brasil, otro líder indígena que defendía la Amazonía fue asesinado (abril de 2020)
António Guterres llama a todos los estados a ratificar el acuerdo de Escazú
“Mientras seguimos enfrentando los impactos devastadores del Covid-19 e intensificamos los esfuerzos para frenar la triple crisis del cambio climático, el colapso de la biodiversidad y la contaminación ambiental, la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú nos ofrece inspiración y esperanza, sentando las bases para una recuperación sostenible y resiliente.Al adoptar un enfoque basado en los derechos, promover el desarrollo de capacidades y la cooperación y centrarse en los más vulnerables, este acuerdo regional es un gran paso adelante en la creación de vías de transformación para las personas y el planeta".Son las palabras de Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, quien felicitó a los países que ratificaron el tratado y llamó a todos los demás a seguir su ejemplo.
Qué arriesgado es luchar por el medio ambiente en América Latina
Según la ONG Global Witness, hay 177 asesinatos de activistas ambientales comprobado durante 2022 por todo el mundo.Una cifra inferior a las doscientas del año anterior, pero que sigue siendo inaceptable.El ranking de los estados donde se registran más muertes lo domina Centro y Sudamérica:Colombia ante todo, pero también Brasil, México, Honduras, Venezuela, Perú, Paraguay, Nicaragua.Las únicas excepciones entre los diez primeros son Filipinas, en quinto lugar, e Indonesia, en décimo.Más de un tercio de los muertos fueron indígena, para el 7 por ciento eran afrodescendientes;dos categorías a las que el Acuerdo de Escazú presta especial atención, al igual que el mujer.
Es muy difícil reconstruir el móvil de estos crímenes, pero los investigadores han vinculado diez de ellos conagronegocios (de los cuales la mitad en México), ocho en minería y cuatro en explotación maderera.Tuvo el coraje de desafiar a un gigante mundial de la carne. marcel gomes, otorgó el Premio medioambiental Goldman en 2024 para la región latinoamericana.El brasileño, con su equipo de investigación, descubrió que la carne que se vende en los supermercados europeos también procede de ganado criado en zonas deforestadas ilegalmente.
Artículo publicado el 5 de octubre de 2018, actualizado el 21 de junio de 2021 y 10 de septiembre de 2024