Como en Italia los trenes también cuestan el doble que los aviones, el informe de Greenpeace explica el engaño:«Así se premia a los vehículos más contaminantes»

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https://www.open.online/2023/07/20/inquinamento-treni-piu-costosi-aerei-report-greenpeace

La asociación comparó el coste de los billetes de avión y de tren de 112 rutas europeas.En el 71% de los casos los vuelos son más baratos que los trenes.

En el camino trazado por la Unión Europea para construir una economía más sostenible, el sector del transporte juega un papel crucial.En particular, el transporte aéreo, que según la Agencia Europea de Medio Ambiente es responsable por sí solo del 3,8% de las emisiones de CO2 de todo el continente.La alternativa más lógica para sustituir algunas de las rutas aéreas más transitadas es invertir en reforzar la red ferroviaria.Hasta la fecha, sin embargo, advierte un informes Según Greenpeace, viajar en tren en Europa cuesta más del doble que viajar en avión, a pesar de tener un impacto climático significativamente menor.El análisis de la asociación ecologista comparó billetes de avión y de tren para 112 rutas europeas en 9 periodos de tiempo diferentes.El resultado:en el 71% de los casos los vuelos son más baratos que los trenes.Esta situación se debe en parte a las estrategias de fijación de precios, a menudo agresivas, de las aerolíneas.Para algunas de las rutas analizadas, a los pasajeros se les ofrecen vuelos muy baratos con escala intermedia, que provocan emisiones de gases de efecto invernadero hasta 10 veces mayores que el simple viaje en tren.

La situación en Italia

Si analizamos la situación específica de Italia, el análisis de Greenpeace estima que, de media, un viaje en tren es dos veces y media más caro que un avión.Una cifra que nos sitúa en el quinto puesto europeo en el ranking que mide la diferencia de costes entre ambos modos de transporte.De las 15 rutas italianas examinadas, 13 ofrecen billetes de avión más baratos que sus homólogos de tren.¿Algún ejemplo?Para viajar de Roma a París puedes encontrar billetes de avión desde 29€, mientras que los precios de los trenes parten de un mínimo de 73€ y pueden llegar a superar los 200€.Lo mismo ocurre con la ruta Roma-Viena, que puede costar hasta 10 veces más en tren que en avión.Para viajar de Milán a Luxemburgo el billete de avión cuesta tres veces menos que el tren, mientras que de Venecia a Colonia el coste del viaje en tren es 2,2 veces mayor que el del avión.

Las ventajas fiscales de las aerolíneas

Según Greenpeace, la diferencia de costes entre los dos sistemas de transporte se debe principalmente a una razón:las distintas obligaciones tributarias.De hecho, hasta la fecha, según la asociación, las compañías aéreas no pagan ni el impuesto al queroseno ni el IVA en los vuelos internacionales.Las empresas que se ocupan del transporte ferroviario deben pagar impuestos energéticos, IVA y, en algunos casos, también elevados peajes ferroviarios.«La industria aeronáutica es uno de los sectores más perjudiciales para el clima y las compañías aéreas pueden ofrecer billetes a precios bajísimos porque se benefician de ventajas fiscales escandalosas, que empujan a los ciudadanos europeos a elegir el medio de viaje más contaminante», comenta Federico Spadini. Campaña de transporte de Greenpeace Italia.«Las compañías aéreas de bajo coste – añade Spadini – aprovechan todos los resquicios para reducir las tarifas, pero los vuelos que cuestan sólo unos pocos euros sólo son posibles porque el medio ambiente y los trabajadores pagan la factura».

El «billete climático»

Y es precisamente para corregir esta distorsión que Greenpeace, junto con muchas otras asociaciones ecologistas, pide a los gobiernos europeos que intervengan para hacer que el transporte ferroviario sea más cómodo para los ciudadanos.Una de las soluciones propuestas es la denominada «billete climático», un billete de larga duración, económico y válido en todos los medios de transporte público de un país concreto.La solución fue experimentado con éxito por parte de Alemania, que introdujo el «billete de 9 euros» el año pasado.El experimento duró tres meses y dio lugar a una cifra récord de 52 millones de suscripciones vendidas.Al final del período de prueba, el gobierno de Olaf Scholz ha decidido ampliar la medida pero elevando el precio del abono mensual hasta los 50 euros.La filial italiana de Greenpeace ha lanzado una recogida de firmas para introducir un "billete climático" también en Italia.Una medida que, según los cálculos de la asociación, podría recuperarse gravando los beneficios adicionales de las empresas basadas en fósiles y eliminando progresivamente las exenciones fiscales para las compañías aéreas.

Créditos:ANSA/Mourad Balti Touati

Licenciado bajo: CC-BY-SA
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